Hay tradiciones que no me gusta perder y que se las he inculcado a mis hijos, una de ellas es la gastronomía típica de estas fechas. Los potajes , los buñuelos, los platos de bacalao y por supuesto, las torrijas forman parte de mis recuerdos de infancia en época de cuaresma.
Mi madre hacía las torrijas de vino dulce y de leche, riquísimas ambas; pero a mis hijos las que más les gustan son las de leche y así se las hago, aunque estas de hoy además de leche, llevan cacao, por innovar un poco.
A veces uso pan especial para torrijas, tipo brioche, pero en esta ocasión he utilizado una barra de pan normal, eso sí, del día anterior.
Quedaron muy ricas.
INGREDIENTES:
- 1 barra de pan del día anterior
- 1 Lt de leche entera
- 8 cucharadas soperas de azúcar
- 1 rama de canela
- 1 cucharada sopera de canela
- cáscara de naranja
- cáscara de limón
- 2 cucharadas soperas de cacao puro (uso de la marca Valor)
- 2 huevos
- Aceite de oliva suave
- 2 palillos de madera
ELABORACIÓN:
- En una cacerola ponemos a cocer la leche con la rama de canela y las cáscaras de la naranja y limón (al cortarlas procuraremos que no haya nada blanco) Cuando esté caliente, añadimos 7 cucharadas de azúcar y el cacao, removemos bien para que se disuelvan. Una vez que ha hervido, retiramos y dejamos entibiar.
- Cortamos el pan en rebanadas de 2cm aproximadamente, las ponemos en una fuente y volcamos la leche con cacao sobre ellas. Dejamos que se empapen bien, dándoles la vuelta para que absorban por ambos lados
- Ponemos abundante aceite en la sartén
- Batimos los huevos, rebozamos en ellos las rebanadas de pan y las freímos en el aceite bien caliente.
UN TRUCO: Cuando freímos un rebozado en huevo, se suele formar una espuma muy molesta. Para evitarlo, ponemos un par de palillos en el aceite (se irán al fondo de la sartén) al comenzar a freír y ese simple truco, nos evita la espuma durante toda la fritura.(Con este truco, participo en el concurso del blog "Pienso... luego cocino") - Conforme se van friendo, las depositamos sobre papel absorbente de cocina y a continuación, las pasamos a la fuente de servir y las espolvoreamos generosamente con una mezcla de azúcar y canela a partes iguales.
- En mi casa nos gusta comerlas bien empapadas, por eso pongo a hervir más cantidad de leche y después se la añado por encima de las torrijas.
Esta receta se la quiero dedicar a mi hermana Raquel, que a partir de hoy es DOCTORA EN BELLAS ARTES.
Estoy muy orgullosa de ti, hermana.