jueves, 28 de junio de 2012

Vinagreta de lavanda y miel


   


Los parques y jardines están preciosos y embriagadores con tanta profusión de color y aromas. Los disfruto, pese a la alergia, que de momento combato bien con los antihistamínicos ; D

Cuando comienza la floración del espliego o flor de lavanda, tengo por costumbre recoger ramilletes que, una vez secos, guardo en bolsitas de tela y que uso para perfumar mis armarios y cajones, pues además de dejar un delicado aroma son un excelente fungicida.

Cuando empecé con el blog descubrí que también tienen usos culinarios.  En repostería, podemos utilizarlas para aromatizar bizcochos, galletas, etc, también para hacer infusiones o , como es el caso, para elaborar una rica y aromática vinagreta.





ELABORACIÓN:

Dejamos secar las flores; con uno o dos días a temperatura ambiente será suficiente.

Mezclamos los dos aceites, añadimos las flores de lavanda y las hojas de tomillo, removemos y dejamos reposar unas horas para que los aceites se impregnen del aroma de las plantas.

Añadimos la sal, la pimienta, la miel y el vinagre y emulsionamos. A mi me gusta introducir todos los ingredientes en un frasco pequeño de cristal, cerrar la tapa y agitar; pero podemos hacerlo con unas varillas manuales o , si queremos que la vinagreta sea más intensa, triturándolos con una batidora eléctrica.

Es una vinagreta deliciosa y muy aromática, cuando la pruebas no sabes si estas degustándo u oliéndo la flor.
Con ella he aliñado  una sencilla ensalada que os pondré en la próxima entrada, porque esta vinagreta merece mención a parte y no quería restarle protagonismo.





Espero que os haya gustado y os animéis a probarla, ahora que el espliego está en plena floración y es fácil recolectar sus flores.





Fuente: Can Colette


domingo, 24 de junio de 2012

Strudel de manzana

 


 Casi siempre tengo una masa de hojaldre y otra de masa quebrada en el frigorífico, y una de cada en el congelador. Las masas comerciales que compro son del Lidl y las nuevas de Mercadona (elaboradas por Casa Tarradellas) Son unas masas muy buenas, que te resuelven cualquier imprevisto y  quedan muy  ricas tanto con rellenos dulces como con salados.
Seguramente están más ricas las caseras, como todo lo que se hace de este modo, pero aún no me he atrevido con el hojaldre, quizás por la comodidad de tener las comerciales tan a mano.

Cuando nos reunimos a comer en familia, los días festivos, solemos prolongar la sobremesa, intentando arreglar lo divino y lo humano : D   Me gusta  hacer algo dulce para acompañar los cafés, durante la tertulia.
 Hace tiempo que tenía la receta de tarta de manzana express que en su día hizo Cristina, de Kanela y Limón, uno de mis blog de referencia y del que hago muchas recetas dulces, porque te aseguran el éxito.
Yo he convertido esta tarta en un strudel de manzana, añadiendole nueces y pasas. El resultado es una rica tarta de hojaldre, con una base ligera y cremosa de manzana, con el toque crujiente de las nueces y el dulzor añadido de las pasas; hecha en muy poquito tiempo, sin apenas manchar y con un resultado excelente.

¡Y lo bien que luce !



INGREDIENTES:

  • 1 lámina de hojaldre 
  • 2 manzanas
  • 10 nueces
  • pasas
  • azúcar
  • canela 
  • mantequilla
  • 1 huevo
  • azúcar glass
ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 190º con calor arriba y abajo

Extendemos la lámina de hojaldre sobre el mismo papel de hornear en el que viene y la doblamos a la mitad, a lo largo.
Cortamos y obtenemos dos mitades.

Pelamos y cortamos las manzanas en láminas, eliminando la zona central.
Pelamos las nueces.

A lo largo de una de las mitades, extendemos una capa de láminas de manzanas, montando un poco unas sobre otras. Espolvoreamos con azúcar, mejor si es morena, y canela
Esparcimos las nueces troceadas y las pasas.

Ponemos unos trocitos de mantequilla por encima del relleno.

En la otra lámina, hacemos unos cortes paralelos sin llegar a los extremos (fijaros en las fotos) y con cuidado, la depositamos sobre la lámina que tiene el relleno, hasta cubrirla.

Con la ayuda de los dedos o de un tenedor, sellamos ambas masas. Pincelamos la superficie con huevo batido.

Horneamos a 190º, calor arriba/abajo, hasta que el hojaldre esté dorado.

Una vez que haya enfriado espolvoreamos con azúcar glass






¡Feliz domingo a tod@s!





lunes, 18 de junio de 2012

Helado de queso y cerezas



 Si hay una fruta que me gusta son las cerezas, y más aún las picotas; auténticas delicias, son como bombones de fruta,  que además, atesoran numerosos nutrientes y propiedades terapéuticas.

Ideales para una dieta equilibrado, incluso para los diabéticos, ya que su índice glucémico es muy bajo. Además contienen vitaminas A, C y del grupo B, así como minerales tales como potasio, magnesio y calcio.

Ligera y saciante, pues su contenido en fibra es de un 2%.

Las últimas investigaciones han destacado la riqueza de esta fruta en fitonutrientes, especialmente antocianinas, que ayudan a retrasar el envejecimiento y protegen frente a enfermedades degenerativas y el cáncer, en particular el de colón.

Fortalecen el corazón, ya que es rica en componentes fenólicos, y mejora el sueño.

Las cerezas ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y su posible acumulación en el hígado. Evitan igualmente la formación de cálculos biliares.

... Y por si fuera poco, protegen, suavizan y mejoran el aspecto de la piel.

Dicho lo cual, solo les encuentro un "pero" y es que no podamos encontrarlas más que en un periodo corto del año; eso sí, yo lo aprovecho al máximo y las consumo  a granel : D





INGREDIENTES:
  • 300 gr de queso crema ( light )
  • 2 yogures naturales enriquecidos (0%)
  • 250 gr de azúcar
  • 1 cucharadita de vainilla en polvo
  • 250 gr de cerezas
  • 2 cucharada de miel (o azúcar invertido)
  • chocolate (opcional)

Quería empezar la temporada de helados caseros con un helado light y usar una tarrina de queso ligero y unos yogures 0% que tenía en el frigorífico, pero me ha fallado el azúcar, nada light como veréis, y es que no suelo usar edulcorantes, pero si vosotr@s los utilizáis podéis sustituir la cantidad de azúcar por la correspondiente en edulcorante.





ELABORACIÓN:

Con heladera (la mía es la del Lidl):

Batimos, con varillas manuales o eléctricas, el queso crema, los yogures, el azúcar (menos un par de cucharadas) y la vainilla; al menos durante 5 minutos (más si es a mano) y procurando incorporar aire a la mezcla.
Dejamos enfriar en el frigorífico al menos  1 hora.

Mientras tanto, deshuesamos las cerezas y las cortamos en dos mitades. Las ponemos a calentar junto con las dos cucharadas de azúcar y la miel, a los cinco minutos las retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Ponemos la heladera en marcha y vertemos por el bocal la crema de queso, yogur... durante 30 minutos y a continuación incorporamos las cerezas con su jugo y dejamos unos 10 o 15 minutos más.

Vertemos el helado en un molde y lo dejamos en el congelador hasta su consumo.

Sacar del congelador unos minutos antes de consumirlo; decorar con una cereza y chocolate fundido.

Sin heladera:


Batimos, con varillas manuales o eléctricas, el queso crema, los yogures, el azúcar (menos un par de cucharadas) y la vainilla; al menos durante 5 minutos (más si es a mano) y procurando incorporar aire a la mezcla. Llevamos al congelador.

Al cabo de una hora de congelador, volvemos a batirlo de nuevo y esta operación la repetimos un par de veces más.

En la última batida, incorporamos las cerezas con su jugo.  

Dejamos en el congelador hasta su consumo.









El resultado es un delicioso helado con trocitos de cereza y regado con un hilo de chocolate que os animo a que hagáis, aprovechando la buena temporada de cerezas que tenemos este año.





Inspirada en el blog Seda Sabor
Información nutricional "100 alimentos que mejoran tu salud" ed RBA

jueves, 14 de junio de 2012

Huevos rellenos con surimi

  


Qué difícil sería cocinar sin huevos ¿verdad? Son un ingrediente básico en la cocina, hasta el punto de que si un día me faltan, me da la sensación de tener la nevera vacía y enseguida tengo que reponerlos.

En mi casa nos gustan mucho los huevos rellenos y los consumimos con cierta frecuencia, sobre todo en esta época del año, ya que puedo dejarlos hechos con antelación y bien fresquitos son muy agradables de comer.
Además combinan con multitud de ingredientes, por lo que con una misma base se pueden preparar diferentes y apetitosos rellenos, son nutritivos, económicos, se pueden hacer platos muy vistosos. Perfectos  como aperitivo, plato único o acompañamiento. Ideales para una comida informal y perfectos para una ocasión especial.

Los  que he preparado hoy llevan un relleno muy sencillo y fácil de hacer, servidos bien fresquitos gustaron a todos. Como fue un primer plato hice el hueco un poquito más grande para que cupiese más relleno.



INGREDIENTES:

  • 8 huevos (2 por persona)
  • 12 palitos de surimi
  • 1 cebolleta pequeña
  • mayonesa
  • tomate frito
  • sal
  • vinagre

 


ELABORACIÓN:

Cocemos los huevos, para ello los depositamos en el interior de una cacerola y los cubrimos con agua, una cucharada de sal y un chorrito de vinagre. Cuando rompan a hervir los dejamos cocer 10 minutos.
Si tenéis vitrocerámica mi truco es que una vez que el agua empiece a hervir, apago el fuego y, tapados, los dejo con el calor residual hasta que el agua enfríe.
Los pelamos, cortamos por la mitad a lo ancho, retiramos la yema y con ayuda de una cucharita vaciadora, quitamos un poquito de clara para hacer el hueco más grande y que quepa más relleno.

Picamos la cebolleta en cuadraditos muy pequeños y hacemos lo mismo con los palitos de surimi (yo utilizo el robot picador) Los ponemos en un bol y añadimos una parte de las yemas que habremos desmenuzado.
Agregamos a la mezcla,  3 o 4 cucharadas de mayonesa y 1 de tomate frito. Removemos bien la mezcla y procedemos a rellenar cada hueco.

Para decorar, ponemos unas yemas cocidas en un colador y con ayuda de un mazo o una cuchara presionamos y espolvoreamos por encima de los huevos rellenos. Cortamos un palito de surimi en pequeñas porciones y coronamos con ellas cada huevo.

Dejamos enfriar en el frigorífico al menos 1 hora.









¿Qué os parece la propuesta de hoy?










domingo, 10 de junio de 2012

Tortilla de espárragos trigueros con jamón




Hoy en día es fácil encontrar casi cualquier alimento en épocas del año distintas a su temporada natural de consumo, gracias a la congelación , a la conservación  en cámaras frigoríficas y a las modernas técnicas de cultivo que nos  permiten disponer de frutas, verduras y hortalizas de excelente calidad; sin embargo, consumir productos de temporada tiene otras ventajas: ofrecen mayor aporte nutricional, mayor frescura, son más económicas, tienen más aroma y mejor sabor.

Anhelo la llegada de los espárragos trigueros, cuando en marzo empiezan a llegar los primeros manojos no puedo resistirme. Me encantan y los preparo de muchas maneras, una de las que no falta es esta tortilla que está muy rica y jugosa y que os recomiendo hagáis si , como a mi, os gusta esta hortaliza, tan saludable, baja en calorías y de efecto diurético.

Junio es el último mes para poder degustarlos en temporada, así es que os recomiendo que si os gusta mi propuesta no tardéis mucho en hacerla o tendréis que esperar hasta el próximo marzo.







INGREDIENTES:
Para una tortilla

  • 1 manojo de espárragos trigueros
  • 1 cebolleta o cebolla
  • 2 lonchas de jamón serrano
  • 2 huevos grandes
  • 1 diente de ajo
  • sal
  • aceite de oliva


ELABORACIÓN:

Troceamos cada espárrago con las manos, empezando por la yema, hasta llegar a la parte dura, que desechamos
Depositamos los trozos en un colador y los lavamos bajo el grifo, con agua fría
Los cocemos en agua hirviendo con sal, hasta que están tiernos ( 3 o 4 minutos). Escurrimos bien. Reservar.

Ponemos una cucharada de aceite en una sartén, doramos los ajos laminados finos y añadimos la cebolleta cortada en juliana fina. Cuando la cebolla esté pochada, incorporamos los espárragos y las lonchas de jamón cortado en tiras. Salamos.

Batimos los huevos ligeramente y añadimos el contenido de la sartén. Hacemos la tortilla, dando un par de vueltas por cada lado.


 






miércoles, 6 de junio de 2012

Bizcocho de limón

  


 Eran tantas las ganas que tenía de degustar un bizcocho de intenso sabor a limón, que pasé por alto el tema del calor y no me importó aumentar unos grados más la temperatura de mi cocina con la del horno; hay sacrificios que merecen la pena  ; D

He buscado en internet , en mis libros de cocina y en revistas ( ¡esto antes no me pasaba!) hasta dar con  una receta que me convenciera... pues he vuelto a la receta del yogur, que para mí es una apuesta segura. 

He variado algunos detalles en cuanto a la elaboración y el tiempo de horneado; el resultado ha sido un bizcocho con mucho sabor, de textura esponjosa y suave y muy rico; con un bonito color dorado.







INGREDIENTES:

  • 1 yogur de limón (tomamos el envase como medida)
  • 3 envases de harina de repostería
  • 1 envase de azúcar (2 si os gusta más dulce)
  • 1 envase de aceite de girasol 
  • 3 huevos 
  • una pizca de sal
  • 1 sobre de levadura 
  • el zumo de un limón
  • la ralladura de un limón grande
  • 60 gr de azúcar glas
  •  2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de agua 

















ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo.

Encamisamos un molde: embadurnamos con un poco de aceite o mantequilla y espolvoreamos con harina, eliminando el exceso. He usado uno de 24 cm.

En un bol mezclamos la harina tamizada junto con la levadura, la sal y la ralladura de limón. Reservamos.

En otro bol batimos los huevos y el azúcar, hasta conseguir una mezcla blanquecida, que haya duplicado el volumen. Con varillas eléctricas el proceso durará unos 5 minutos, con el batidor manual tardaremos algo más, asi es que un poco de paciencia.
Una vez que estén batidas, añadimos el yogur y seguimos batiendo hasta integrarlo, incorporamos el aceite de girasol y a continuación el zumo de limón, colado  (menos dos cucharadas que usaremos para glasear)

Poco a poco, incorporamos la mezcla de sólidos (harina, levadura...) a la de líquidos (huevos, yogur...) con ayuda de una espátula o varillas manuales, sin batir, y con movimientos envolventes. Vertemos la mezcla en el molde.

Horneamos a 180º, en la zona media del horno, calor arriba y abajo, sin aire, durante 30 minutos. Dejamos reposar dentro del horno, con la puerta entreabierta, unos 5 minutos. Retiramos y desmoldamos cuando esté tibio, dejamos enfriar sobre una rejilla.



 

Pretendía hacer una capa de glasa (que de echo hice), aunque no quedó blanca como he visto en otros blog. ¿? Ignoro cuál fué el problema; acepto sugerencias.

Diluimos 50 gr de azúcar glas en dos cucharas de zumo de limón y una cucharada de agua. Removemos hasta que el azúcar se disuelva y vertemos sobre el bizcocho. Ignoró por qué no quedó blanca, pero parte penetró en el bizcocho, lo que aumenta su sabor cítrico, y parte hizo una ligera capa crujiente, muy agradable al paladar.

Terminé la decoración con una lluvia de azúcar glas y una rodaja de limón con hierbabuena.




¿ Os apetece ?


 

viernes, 1 de junio de 2012

Ensalada de lentejas con arroz



No hay excusas para dejar de comer legumbres en los meses de más calor. Podemos prepararlas en forma de ensaladas frías o templadas, basta con añadirles otros alimentos refrescantes y aderezarlas con una vinagreta suave o con aceite de oliva y hierbas aromáticas.

Las legumbres tienen una inmerecida fama de alimento calórico. Sin embargo, no lo son; salvo que se consuman en guisos que incluyan otro tipo de grasas (chorizos, panceta...) Según la forma en la que las elaboramos y los alimentos con que las acompañemos, pueden dar lugar a platos dietéticos y saludables.

Las lentejas, en concreto, son ricas en proteínas vegetales y fibra. Contienen vitaminas B1,B2,B6, zinc, selenio y mucho hierro. Para ayudar a la absorción del hierro es conveniente tomarlas junto a alimentos ricos en vitamina C. Además protegen frente a las dolencias cardiovasculares.

El arroz es un complemento ideal de las legumbres, pues ayuda a que se aprovechen mejor las proteínas de estas, formando un plato completísimo desde el punto de vista nutricional.

Las lentejas guisadas me gustan caseras, pero para ensaladas me es muy práctico y cómodo utilizar las de conserva, salen muy ricas, son baratas y dan poco trabajo. Siempre las mezclo con arroz, pero el resto de ingredientes varía en función de lo que encuentre en la nevera o despensa: huevo duro, atún, lechuga, pimientos rojos... Hoy ha tocado esta combinación, que está muy rica y que espero os guste y os animéis a probarla o a darle vuestro toque personal.



INGREDIENTES:

Las cantidades varían en función de la cantidad de ensalada que queráis hacer

  • 1 tarro de lentejas en conserva
  • arroz cocido
  • maíz en grano
  • surimi
  • tomates frescos
  • pepinillos o alcaparras o aceitunas
  • sal
  • aceite de oliva virgen extra
  • vinagre

 


ELABORACIÓN:

  • Volcamos las lentejas sobre un colador, las aclaramos bajo el chorro de agua fría y las dejamos escurrir muy bien. También podemos hacer las lentejas caseras, seguro que están más ricas.
  • Cocemos arroz en blanco. Yo lo hago en el microondas: ponemos el arroz en un bol apto para el micro y lo cubrimos con el doble de agua, le añadimos la sal, un chorrito de aceite, un diente de ajo, un casquete de cebolla y una hoja de laurel. Lo dejamos reposar a temperatura ambiente unos 7 minutos. Pasado el tiempo, lo tapamos y lo llevamos al micro a potencia máxima unos 7 u 8 minutos. Le depositamos en el colador y pasamos por el chorro de agua fría, escurrimos muy bien y dejamos enfriar.
  • Ponemos en la ensaladera el arroz, las lentejas, los granos de maíz y el resto de ingredientes cortados en cuadraditos pequeños.
  • Regamos con una vinagreta hecha con sal, aceite y vinagre.


Una ensalada muy rica, ideal para llevar en el tupper y sobreponerse a una jornada de trabajo y si comes en casa, una delicia bien fresquita.

Y si completas el plato con un yogur desnatado, un plato de O.B. muy sano y completo.