Lo comemos en cualquier época del año, pero en mi casa el potaje es el plato protagonista de la Cuarema y la Semana Santa. No tanto por cuestiones religiosas como por tradición.
El que hoy os muestro es una mezcla de tierra y mar exquisita, saludable, equilibrada y aunque es un poco entretenida de preparar, resulta fácil de hacer y el resultado es de diez sobre diez. Si os gusta este tipo de platos no dudéis en hacerlo; lo disfrutaréis y lo disfrutaran vuestros comensales. Sobre todo si lo acompañáis de un buen vino, un buen pan y unas
ricas torrijas de postre ;)
INGREDIENTES:
- 250 gr de garbanzos
- 350 gr de langostinos frescos
- 200 gr de almejas o chirlas
- 250 gr de mejillones
- 1 trozo de calabaza
- 1 cebolla
- 1/2 cebolla
- 1 cabeza de ajos
- 3 dientes de ajo
- 1 tomate maduro
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharada de harina
- 1 cdta de pimentón dulce de la Vera
- 1/2 copa de brandy
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN:
Ponemos los garbanzos a remojo, en agua fría, durante al menos 8 horas
Vertemos agua en una olla o cacerola y la llevamos a fuego alto hasta que empiece a hervir.
Escurrimos el agua de remojo de los garbanzos y los añadimos a la olla con agua caliente (Recordad que los garbanzos siempre tienen que partir de agua caliente) Añadimos una cabeza de ajos, una cebolla entera, las hojas de laurel, sal (o cubito de caldo) y un chorreón de aceite de oliva (una cucharada aprx)
Tapamos la olla y dejamos cocer hasta que los garbanzos estén listos. En mi olla son 15 minutos, pero hasta que la puedo abrir la dejo en la vitrocerámica con el calor residual. Comprobad el tiempo que necesita vuestra olla y si los hacéis en una cacerola dejadlos cocer a fuego lento hasta que el garbanzo esté tierno.
Ponemos las almejas o chirlas a remojo en un cuenco con agua y un chorrito de vinagre, de ese modo eliminaran la posible tierra que puedan contener.
Limpiamos y raspamos los mejillones y los cocemos a fuego alto hasta que se abran las válvas. Reservamos el caldo y eliminamos una de las válvas. Reservamos.
Quitamos las pieles y las cabezas a los langostinos.
Ponemos una cacerola al fuego con una cucharadita de aceite de oliva y rehogamos a fuego alto las cabezas de los langostinos. Vertemos el brandy y flambeamos (si te da miedo, simplemente deja evaporar el alcohol). Añadimos 1/2 vaso de agua y dejamos cocer 5 minutos. Trituramos todas las cabezas con la batidora y colamos el caldo por un colador fino o tamiz, recogiendolo en una jarra. Reservamos.
Hacemos un sofrito. Para ello llevamos una sartén al fuego con una cucharada de aceite de oliva. Rehogamos los tres dientes de ajo picados y cuando estén empezando a dorarse añadimos la media cebolla picadita. Dejamos hacerse hasta que esté blanda. Añadimos el tomate, sin piel ni semillas, cortado en trocitos pequeños. Seguimos rehogando unos minutos. Añadimos la cucharada de harina y dejamos que se tueste. Retiramos la sartén del fuego y añadimos el pimentón, removemos bien. Llevamos la sartén de nuevo al fuego y vertemos el caldo de los langostinos y el caldo de los mejillones.
Abrimos la olla de los garbanzos y sacamos la cabeza de ajos, la cebolla y las hojas de laurel. Eliminamos (reservándolo por si nos pudiera servir) el caldo sobrante. Dejaremos el suficiente como para que queden cubiertos los garbanzos.
Llevamos la olla al fuego (sin tapa) y añadimos la calabaza troceada y limpia de piel y semillas. Cuando comience a hervir de nuevo, incorporamos el fumet de marisco. Dejamos que hierva de nuevo y añadimos las almejas y los mejillones. Dejamos cocer a fuego lento todo 2 o 3 minutos y dejamos reposar hasta el momento de servir. Si ves que necesita algo más de cáldo, añádeselo del que habíamos reservado de cocer los garbanzos.
NOTAS:
Con langostinos está riquísimo. Con carabineros, superior; aunque menos económico.
Con chirlas está muy rico. Con almejas, buenísimo.
Si no os gusta la calabaza, podéis añadirle unas hojas de berza o espinacas.
Si lo van a comer niños, no os preocupéis por el brandy, porque durante la cocción o flambeado se evapora todo el alcohol. El brandy le da un sabor buenísimo. Si no podéis ponerle un buen vino.
Si lo preparáis para el día siguiente estará tan rico e incluso más que recién hecho.